
Una bella chica observo a la luna desde la sima de una montaña, en la cual se encontraba su casa, desde allí se podía ver todo el brillo de la luna llena.
En sus ojos se reflejaba la luna y en su alma paz, noche tras noche la situación se repitió, su corazón se sintió acompañado por la luna y la luna por la luz de sus ojos.
Envidiosas las nubes cubrieron a la chica. Por meses grandes tormentas los distanciaron, la luna llena de furia no apareció en doce años. Las nubes dejaron de cubrir a la chica pero sin saberlo, la luna seguía oculta. Ella miraba el cielo y se entristecía, su corazón se desvanecía, la soledad; la mataba.
Su corazón encontró una nueva componía, alguien fiel que la hacia sonreír, la hacia sentirse divina, se mudaron y sen que pase mucho tiempo se casaron, tuvieron hijos y envejecieron de la mano.
Los años pasaron y la luna salio, intensamente la busco, cielo y tierra observo pero la chica no apareció.
Una noche ella recordó la luna que alguna vez admiro, noche tras noche la observo desde su balcón, sin darse cuenta su corazón no reacciono, se detuvo y murió. La luz de la luna la encontró, inmediatamente la reconoció, uso todo su brillo y la elevo. Junto a la luna su alma vivió.
Heimbuchner Guillermo 26/02/10



